El
Black Friday, o Viernes Negro (denominado así por el volumen de beneficios que este evento supone a los comercios) es una tradición anglosajona que ha tenido una gran aceptación en el continente europeo y cuyo crecimiento vaticina que ha llegado para quedarse.
Tras superarse en 2018 la cifra de los 40.000 millones de euros, la
OCDE calcula que cada comprador español gastará 258 euros en alguna de las muchas ofertas
publicitadas estos días.
Pero como toda gran eventualidad comercial, y más una que se caracteriza por potenciar la compraventa online, esta oportunidad es aprovechada por la
ciberdelincuencia, usando ofertas llamativas para lucrarse ilícitamente a través de la venta de productos que nunca llegan al comprador, o a través del robo de sus datos personales.
Los mayores riesgos asociados al
Black Friday son las estafas en páginas web falsas o en redes sociales. En estos casos, los ciberdelincuentes aprovechan este evento para anunciar
grandes ofertas a partir de páginas web clonadas con la intención de hacer creer al usuario que está llevando a cabo una
compra segura y real del producto en cuestión. Con este sistema, consiguen apoderarse de las credenciales de acceso a los datos de
login y
password bancarios o de las tarjetas de crédito para su posterior lucro.
Vinculado a esta actuación nace así el
phishing, que también adopta la técnica consistente en enviar un correo electrónico al usuario haciéndose pasar por una
marca conocida o por una
entidad bancaria, sin que el usuario advierta estar siendo reconducido a una página web falsa donde finalmente introduce sus
datos personales.
En el
Black Friday son frecuentes numerosos envíos de
emails fraudulentos de las principales marcas comerciales anunciando un supuesto problema con un falso pedido, o de las grandes entidades bancarias comunicando el cobro de una cantidad inesperada. También proliferan las falsas aplicaciones de compraventa para el móvil a través de las cuales se consigue infectar el dispositivo móvil mediante un
malware, que permitirá robar así las credenciales del usuario.
Ante esta situación, hay varias
precauciones que el usuario debe tomar para que el
Black Friday no se convierta en una pesadilla:
> Diferenciar las páginas web originales de las falsas. Para esto debemos desconfiar de cualquier dirección URL que no siga el protocolo de seguridad web https. Además, deberá comprobarse que el contacto y la información legal del ecommerce está disponible y es verídico, así como asegurarse de que tenga el sello de pago seguro.
> Evitar pinchar sobre enlaces de promociones desproporcionadas especialmente si éstas nos llegan a través de email, sms, WhatsApp o las redes sociales. En caso de querer verificar alguno de estos descuentos, deberá acudirse directamente a la página oficial del anunciante y contrastar la oferta.
> Utiliza una única tarjeta para todas tus compras, reduciendo tu nivel de exposición al robo de datos. A su vez, monitoriza todas tus transacciones en tiempo real a través de la banca online, pudiendo comunicar de manera inmediata cualquier cargo que no reconozcas.
> En caso de haber sido víctima de algunos de estos delitos, comunícalo inmediatamente a tu entidad bancaria y cancela la tarjeta de crédito o débito que hayas usado. Tras esto, es recomendable interponer la correspondiente denuncia en comisaría para dejar constancia de los hechos y tratar de recuperar el dinero perdido.
En
GUERRERO ABOGADOS PENALISTAS somos especialistas en ciberdelincuencia y seguridad digital, pudiéndote asesorar y defender tus derechos en caso de haber sido víctima de alguno de los muchos riesgos a los que estamos expuestos en el Black Friday. No dudes en contactar con nosotros si has tenido alguna incidencia.
Saludos.